jueves, 13 de febrero de 2014

Rol de la biblioteca escolar

 Constanza Mekis Coordinadora Nacional Bibliotecas CRA, en un espacio de reflexión en torno a la  lectura y el rol de las bibliotecas escolares, junto a profesores y coordinadores CRA de Requínoa.
"Debemos buscar la convergencia de la tecnología y de la lectura, no oponerlas"
A la par que las bibliotecas de aula en la educación básica, durante los años 1990, el MINEDUC, en conjunto con el Banco Mundial, como parte del proyecto de MECE Media, comenzó a implementar bibliotecas escolares de manera sistemática en los liceos municipalizados y particulares subvencionados del país. Se trataba de un nuevo enfoque: terminar con el concepto tradicional de la biblioteca escolar como un mero lugar donde se almacenaban libros.
El objetivo, a partir de entonces, ha sido que las bibliotecas escolares se transformen en un Centro de Recursos para el Aprendizaje (CRA), con la finalidad, de que la biblioteca escolar pase a ser un espacio de formación, información y recreación activo, que centralice todos los recursos de aprendizaje del establecimiento, significando un avance respecto a la concepción de una biblioteca, como un espacio en que los libros no se pueden tocar.
"Justamente, una biblioteca CRA, debiera parecerse mucho a una ventana, donde sus recursos, ya sean libros, cine-videos, Internet, música, poesía, diarios, revistas, cartografías, etc. se abren para mostrar un mundo complejo, diverso y fascinante. Es decir, un lugar donde el estudiante pueda conocer, entender y recrear, ya sea solo o en colaboración con otros" 
Santa María, profesional del Equipo Bibliotecas Escolares, Unidad de Currículum y Evaluación, Ministerio de Educación (Entrevista completa en http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=207727)
Nos encontramos con Constanza Mekis Coordinadora Nacional Biliotecas CRA en un espacio de reflexión y lectura.

miércoles, 5 de febrero de 2014

comprensión de lectura, para comprender la vida

Desde hace varios años, muchas voces están  anunciando el desastre de  las prácticas obsoletas y sin sentido que nuestro sistema educativo insiste en sostener. Ese afán casi obsesivo por medirlo todo casi comparable por la ansiedad de depredación de algunos sectores económicos del país. Imposible no comparar. Pareciera que es urgente comprobar que algo se debe exterminar, no quiero pensar que la educación pública sea el objetivo. Mucha tecnología, mucha innovación, muchos indicadores, mucha competencia, mucha farándula y olvidamos la práctica más importante, más barata, humilde y primera: el simple acto de leer, leer en la escuela.
Sin duda, se debe reconocer que los últimos diez años, el esfuerzos de fomento de la lectura han generado lazos y cooperación hacia un objetivo común, en una alianza estratégica entre el MINEDUC, la DIBAM, CNCA y fundaciones que trabajan en ésta área, relación que ha dado movimiento y actividad a organizaciones y personas que difunden y motivan a leer, sumado a todo esto una explosión editorial importante en Chile donde confluyen nuevas propuestas editoriales consolidadas e independientes. Sin embargo, hay un espacio intermedio que estanca la evolución. Sin generalizar, debo afirmar que los recursos están para hacernos una sociedad lectora y desarrollada culturalmente pero reconozco que no se lee en el momento clave, en la primera infancia. ¿Cuál será el problema? En la escuela, claramente una comunidad educativa no lectora, profesores que no leen, lecturas obligatorias, directores que no leen y no les interesa porque además tienen la certeza de que ya no lo necesitan, pues ya son directores, padres no lectores. Entonces, ¿será posible generar un niño lector? Es casi un paisaje adverso, definitivamente.
La escritora brasileña Ana María Machado (premio Hans Christian Andersen 2000), contó una vez en un seminario sobre promoción de la lectura, que su primera pregunta al comenzar un taller sobre fomento lector era la siguiente: Queridos profesores, ¿quién me cuenta que está leyendo? Silencio sepulcral, entonces tomaba aire y comenzaba su charla esperando al menos hacer eco en uno de ellos.
Diversos estudios en el área de educación, incluyendo la de neurociencia, publican hoy investigaciones categóricas sobre el acceso indispensable del lenguaje en la más temprana edad, la lectura como actividad temprana e indispensable y el ejercicio de la escritura como desarrollo integral del ser humano, pero nos damos de cabeza frente al muro en la escuela, tras la negación absoluta de muchos equipos directivos y pedagógicos de la evidencia empírica y frente a la insistencia de entrenar, entrenar y entrenar para la comprensión lectora como si eso fuera en términos deportivos, como el niño al que exigimos ganar la maratón pero que jamás le llevamos a correr como rutina cotidiana.
Algunos estudios recientes parecen confirmar que el texto impreso permite una mejor comprensión lectora que leer el mismo texto en la pantalla de un dispositivo electrónico. En consecuencia, está la primera necesidad de apropiarse de ciertas habilidades básicas como comprender para integrar las tecnologías y su aprovechamiento eficiente. Aquí no es una acción romántica leer en papel sino más bien una acción natural que nos permite evolucionar a otros soportes; en este tiempo moderno donde la multimodalidad nos ofrece la rica opción de leer de distintos  modos y en diferentes soportes, como señala Daniel Cassany. Definitivamente no somos los mismos lectores  del siglo pasado y nuestras necesidades lectoras también han cambiado a través del tiempo.
No hay estudios que indiquen que a mayor tecnología mayor comprensión, pero si existen muchas investigaciones y teorías sobre como el desarrollo de la comprensión lectora nos lleva a un desarrollo del pensamiento y la reflexión. ¿Cuál es la relación entonces con comprender la vida? Simple: quien comprende un texto es capaz de comprender que agredir a su compañero no está bien, es capaz de entender y generar actitud empática sobre el dolor de otro, solidaridad. Quien comprende muchos textos, se apropia de la experiencia de otros aplicable en su propia vida. Quien comprende un texto histórico podrá descubrir la importancia de ser ciudadano.
Nos atiborramos de estadística que nos vaticinan la catástrofe de la sociedad, violencia, discriminación, depresión, abuso, obesidad y la lista es enorme, pero nos olvidamos de una actividad tan pequeña pero con inmensas posibilidades: quien comprende lo que lee sin duda podrá comprender las injusticias de la vida y probablemente tendrá herramientas para aceptarlas o sobrellevarlas, porque hay un elemento en comprender, abrir la mente y ver con otros ojos la posibilidad de alternativas. ¿Será tan terrible leer a otro, leer con otro, que la familia no lo hace, que el profesor no lo hace? Insisto en no generalizar, pero claramente no es una prioridad en ésta sociedad, donde la televisión promueve todo lo contrario a una visión sana de la vida con contadas excepciones por supuesto. ¿Dónde está lo que se contrapone a la vanidad, el exceso y la inconsciencia? Sorpresa, en el libro, ahí está la belleza. Gabriel Zaid en su libro “Leer”, nos afirma que quien conoce la belleza puede distinguirla entre la fealdad y elegirla, elegir vivir en la belleza, en la belleza del lenguaje, en la belleza de la conciencia imagino.
Definitivamente leer no nos hace mejores o peores personas, pero secretamente nos da una posibilidad de comprender.



jueves, 4 de octubre de 2012

Sobre la vergüenza


La voz de Sabato reclama un nuevo humanismo, "con la convicción de que únicamente  los valores del espíritu nos pueden salvar de este terremoto que amenaza la condición humana".



Otro valor perdido es la vergüenza. ¿Han notado que la gente ya no tiene vergüenza y, entonces, sucede que entremezclados con gente de bien uno puede encontrar, con amplia sonrisa, a cualquier sujeto acusado de las peores corrupciones, como si nada? En otro tiempo su familia se hubiera enclaustrado, pero ahora todo es lo mismo y los programas de televisión lo solicitan y lo tratan como a un señor.


 Ernesto Sabato 
 La resistencia .

jueves, 27 de septiembre de 2012





El hombre es su propio astro, y el alma capaz
de fructificar en un hombre honesto y perfecto, 
domina toda luz, toda influencia, todo destino.
Nada le acontece con excesiva demora ni antelación.
Nuestros actos son nuestros ángeles, en toda circunstancia,
sombras ineludibles que nos acompañan en silencio.

                                                       -Epílogo de La fortuna del hombre honesto
                                                                                         de   Beaumont y Fletcher


" En la seguridad de mi espíritu, no existe desafío que yo no sea capaz de afrontar. Indigente de nombre, posición y apariencia, soy en mi entendimiento una diosa invicta"

La elegancia del erizo .
Muriel Barbery.